CRISTINA VERDUGO LAZO
Siempre me ha gustado aprender, lo hago mirando atentamente y seguí paso a paso las enseñanzas de mi madre. Cuando tenía seis años comencé a tejer y no he parado hasta hoy, ni siquiera los años que viví en Brasil, porque pese al calor, invariablemente encontraba algo para confeccionar. He enseñado puntos, trucos, terminaciones perfectas y son varias las primas y amigas que han seguido mis enseñanzas y han llegado a ser grandes tejedoras.
Me gustaría seguir traspasando esos conocimientos a personas con o sin experiencia. Podemos partir desde cero o mejorar técnicas.
MI INVITACIÓN
Ofrezco mi hogar en Las Cruces, un lugar al que mi familia ha estado ligada desde comienzos del siglo XX, cuando mi abuelo Santiago Lazo compró una casa. Con los años varios parientes han adquirido propiedades y las principales reuniones familiares se realizan aquí.
Tejeremos con vistas incomparables frente al mar, con todas las comodidades, degustando exquisita comida típica chilena e internacional y una vista incomparable mientras hacemos el mejor tejido del mundo.